lunes, agosto 10, 2009

Comunidad, Identidad, Estabilidad

Todo condicionamiento se dirige a lograr que la gente ame su inevitable destino social.

No cabe civilización alguna sin estabilidad social. Y no hay estabilidad social sin estabilidad individual.

No se pueden fabricar coches sin acero; y no se pueden crear tragedias sin inestabilidad social. Actualmente el mundo es estable. La gente es feliz; tiene lo que desea y nunca desea lo que no puede obtener. Está a gusto, a salvo; nunca está enferma; no teme la muerte; ignora la pasión y la vejez; no hay padres ni madres que estorben; no hay esposas ni hijos ni amores excesivamente fuertes. Nuestros hombres están condicionados de modo que apenas pueden obrar de otro modo que como deben obrar.

Hay que elegir entre la felicidad y lo que la gente llama arte puro. Nosotros hemos sacrificado el arte puro...

La felicidad real siempre aparece escuálida por comparación con las compensaciones que ofrece la desdicha. Y, naturalmente, la estabilidad no es, ni con mucho, tan espectacular como la inestabilidad. Estar satisfecho de todo no posee el encanto que supone una lucha justa contra la infelicidad, ni el pintoresquismo del combate contra la tentación o contra una pasión fatal o una duda. La felicidad nunca tiene grandeza.

La felicidad universal mantiene en marcha constante las ruedas, los engranajes; y no la verdad y la belleza.

Aldous Huxley, Un mundo feliz.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

es genial ese libro, y esa es con diferencia y sin duda mi cita favorita! me encanta tu blog! ;)

Anónimo dijo...

es genial ese libro, y esa es con diferencia y sin duda mi cita favorita! me encanta tu blog! ;)