martes, septiembre 27, 2005

Añoranza

No ha pasado ni siquiera una semana.
Noto una sensación que no sé si de mi mana.

Es una sensación de vacío, asfixiante, molesta.
Me acerco como un iluso y miro, pero no veo. No está.

Sé que volverá pronto y eso me reconforta.
No puedo evitar sentirme encerrado, tras una puerta.

Necesito que me abra para volver a ver el mundo.
A través de sus ojos, pues con los míos todo parece inmundo.

No necesito hablar. Me conformo con poder observarla.
Una experiencia maravillosa. Ojalá pueda así conservarla.

Es casi amor, casto, utópico, puro. Es amistad.
Tal vez sea blando, puede que sólo humano. Es debilidad.

Necesito que vuelva. Necesito ver su cara.
Hundirme en su mirada, límpida, sincera.

No hay comentarios: