martes, octubre 02, 2007

Miedo al terror

Una pregunta.

Tú, tú, sí, a ti. ¿A ti te gusta el terror? ¿Te gusta la sensación del terror? ¿Te gusta ese sabor entre amargo y dulce, con un punto de ácido socarrón y unas pizquitas de sal?
No me digas que no lo habías notado… Sí, a ti te gusta el rico poso que deja el terror. Te gustan esas películas de suspense, donde al final todo acaba bien… o casi.
Te sientes el protagonista y por eso resoplas de alivio según te levantas de tu butaca y piensas en qué restaurante vas a cenar.

Pero tú sabes que ese terror no es cierto, que es falso ¿verdad? Tú sabes que te gusta porque es un terror controlado. Solo tienes que cerrar los ojos, taparte los oídos, pensar en el curro del día siguiente o en que tienes que sacar al perro a pasear para distanciarte de ese terror.


Pero ¿qué pasa cuando el amigo o el familiar que esperas que llegue después de salir de viaje tarda más de normal y tu teléfono no suena con su número en la pantalla?
Intentas someter la aterradora idea de un accidente bajo la inmensa cantidad de filtros que proporcionan los imprevistos que surgen en la carretera.

La tensión va en aumento conforme aumenta la tardanza de la persona esperada. Tu cabeza, maquiavélica en esos momentos, no hace sino maquinar los más terribles sucesos… pero al final llega y te limitas a llamarte tonto por semejante sufrimiento:
“Hubo caravana, se me quedó el móvil sin saldo y tuve que parar dos veces porque …”


¡Cuán aterradora ha sido la idea del terror sin llegar al terror en sí! ¿verdad?

Ya alguien señaló hace tiempo: “Me aterra más la posibilidad del terror que el terror en sí mismo”
La angustia de saber que vas a ser bombardeado en tiempos de guerra puede pesar mucho más que la tranquilidad de haber salido todos vivos del bombardeo.


¿Pero qué pasa cuando la posibilidad del terror nos lleva al propio terror?
¿Qué pasa si tememos que nuestros bancos dejarán de darnos nuestros ahorros y todos salimos corriendo a sacarlos? ¿Ha sido la posibilidad del terror la que ha traído el terror o igualmente este hubiera llegado?

Si sabemos que el miedo nos bloquea, el bloqueo nos impide pensar, el no pensar nos lleva al error, ¿qué error estamos cometiendo para que tengamos miedo?

Es el terror un arma poderosa, que solo unos pocos controlan y que la mayoría sufrimos sin llegar a conocerlo.

Es pues que debemos estar preparados para el terror, pero no sufrir antes de su momento.

Es pues que tenemos que saber pensar y no permitir nunca el error del bloqueo.

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